Ninguna palabra obscena salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen. Efesios 4:29
A Ricardo le gustaba el club de chicos de la iglesia que se reunía una noche por semana. Participaba como loco en los juegos, memorizaba fielmente los versículos bíblicos y prestaba mucha atención durante las lecciones bíblicas.
Pero cuando el líder del grupo anunció que formarían grupos pequeños por unos minutos cada semana para un momento que él llamaba “Habla y Escucha”, Ricardo dijo: “¡Jamás!”. No disimuló su desagrado.
—Las chicas parlotean —argumentó—. Los muchachos no.
A lo mejor te crees que puedes tener amistades de verdad sin hablar de temas serios. De ser así, puedes hacerte amigo de una pared. Los amigos necesitan tiempo para conversar si quieren estrechar su relación. Cuando más se compenetran en la vida del otro —hablando de sus sentimientos, sus cosas favoritas y sus temores— se profundiza más su amistad.
Escucha estas tres maneras de hablar, profundizando poco a poco la amistad:
• Nivel 1: Conversación superficial. Tu conversación comienza y termina con: “Qué tal chico, ¿cómo te va?”. “Muy bien, ¿y tú?”. Nunca vas más allá del “Qué tal”.Nivel 2: Conversación sobre hechos concretos. Intercambian información sobre intereses compartidos: puntajes de sus equipos deportivos favoritos, modas, cursos escolares, conjuntos musicales, actividades en la escuela, etc.
• Nivel 3: Conversación sobre opiniones. Llevas las novedades, los hechos concretos, al próximo nivel compartiendo tus pensamientos e ideas sobre ellos. Si están hablando de puntajes, comentas cuál fue tu jugada favorita. Si hablan de música, comentas lo que te gusta de la letra de un canto. Te estás acercando más a temas personales, pero básicamente todavía te estás cuidando.
Aquí es donde profundizas más. ¿Alguna vez alcanzas estos niveles?
• Nivel 4: Conversación que incluye los sentimientos. Compartes lo que sientes acerca de hechos concretos. “¡Cuando sucedió eso, me dio mucho miedo!”. “Esta ha sido la semana más solitaria de mi vida”. “Desde que Jorge dijo esa mentira de mí, he estado muy triste”. Comienzas a ver lo que está pasando adentro del otro.
• Nivel 5: Conversación a fondo. Charlan sobre sus sentimientos más profundos. Eres totalmente transparente en todo lo que respecta a tu vida.
Todos necesitamos amigos en quienes podemos confiar tan completamente que podemos ser absolutamente transparentes en cuanto a nosotros mismos. Es la única manera de profundizar, ¡seas chica o chico!
PARA DIALOGAR: ¿Hasta qué punto cuentas a tus amigos tus sentimientos más profundos? ¿De qué manera podrías mejorar en este sentido?
PARA ORAR: Padre, danos amigos con quienes podemos compartir nuestros pensamientos y sentimientos más profundos.
PARA HACER: ¿A qué nivel hablan como familia? Tómense hoy el tiempo para hablar profundamente.
McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.